La icónica firma, fundada en 1891 por los monjes trapenses y responsable de la fabricación de los primeros bombones españoles, celebra sus 130 años de historia con una previsión de crecimiento superior al 12 % respecto a 2020.
Desde que en 2013 tomara las riendas la actual propiedad –de capital español y origen palentino–, la empresa ha multiplicado sus ventas por diez e incorporado nuevas referencias en línea con las tendencias gracias a su compromiso con la innovación y a su conciencia social y medioambiental.
Sus productos son 100 % libres de gluten, cuenta con una gama de chocolates 0 % azúcares añadidos y con turrones, tabletas y bombones sin lactosa y ha eliminado el aceite de palma de todo su porfolio para ayudar a frenar la deforestación del planeta.
UN VIAJE AL ORIGEN DEL CACAO
En el año de su 130 aniversario, Chocolates Trapa ha querido celebrar sus logros con sus consumidores regalando producto y una experiencia única. Del 15 de noviembre al 21 de diciembre se sortearán, en sus perfiles de redes sociales (@chocolatestrapa), un total de 130 lotes de chocolates –26 lotes cada viernes– y un viaje con traslados y hotel de cinco estrellas incluidos a Ecuador, tercer productor mundial de cacao, donde los ganadores podrán visitar una plantación de cacao para conocer de primera mano el origen de este manjar, considerado, según una leyenda azteca, un regalo del dios Quetzacoatl a los hombres.
*LOS PRIMEROS BOMBONES FABRICADOS EN ESPAÑA
Los orígenes de Chocolates Trapa se remontan al invierno de 1891 cuando 35 monjes cistercienses, pertenecientes a la orden de la Trapa, se instalaron en el monasterio de San Isidro de Dueñas (en Palencia) y empezaron a hacer chocolate según los procesos tradicionales. Métodos transmitidos por la comunidad religiosa desde que los primeros misioneros importaran el chocolate desde la América de Moctezuma y Hernán Cortés, primero a España y a Suiza y Países Bajos después. En los años 60 se fundó la fábrica, hoy ya separada del monasterio por la carretera general, donde se elaboraron los primeros bombones que se hicieron en España: los icónicos Cortados de Trapa, de forma cuadrada, que son un emblema de la casa junto a los también míticos Bombonísimos, presentes en la memoria colectiva de todos españoles.
Tras varios cambios de propiedad, en 2013 la empresa fue adquirida por una familia palentina que quiso invertir en su tierra con el fin de convertir Chocolates Trapa en una de las empresas más modernas, dinámicas y significativas del sector gracias a los tres pilares que sustenta su filosofía: innovación, estilo y conciencia social y medioambiental. En la actualidad, cuenta con 150 trabajadores, con más de 120 distribuidores en España y con presencia en más de 50 países, entre los que se encuentran Italia, Polonia, Países Bajos, Suecia, Hungría, Kuwait, Egipto, Israel, Corea y Japón).
Más información: www.trapa.es
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